martes, 24 de enero de 2012

Hace más de un año que no escribo nada...

Cómo pasa de rápido el tiempo!!! La semana pasada mi niña guapa, preciosa, buena, responsable, y con carácter (se parece a su madre, sobretodo en lo último, jejejeje) cumplió 11 años.

Durante este tiempo no he necesitado escribir, en mi vida han pasado cosas buenas y no tan buenas, y hubo un momento que necesitaba expresarlas, y otro que lo encontré innecesario.

No se por donde empezar... va voy a empezar por mi Miguelillo... el hombre más bueno del mundo, que esta conmigo, y aún no se si me lo merezco.

Miguel esta muy guapo, llevamos ya tres años y medio, y estamos bien, en casa le llaman Papá Miguel, hasta yo le llamo de vez en cuando Papá, y veo que a él le gusta, la verdad que esta hecho un padrazo!!!

Conmigo es lo mejor de lo mejor, tengo a mi lado un amigo confidente, un hombre al que le gusto como soy, comprensivo, cariñoso, que me escucha cuando tengo ganas de hablar, y que me respeta cuando en otros momentos necesito estar sola, o como en momentos en que me encierro en mi mundo autista. Creo que eso es la buena base de una pareja, el respeto ante todo.

Yo de él, muchas veces, hubiera cogido la puerta y salido corriendo, pues no, él sigue ahí, con nosotros, con su dos hijos adoptivos y conmigo.
El otro día, salió el tema de que a mí aún me cuesta comprender como le compensa estar en casa, a veces es una casa de locos, han habido días que mi espalda era una tabla de hierro llena de contracturas, y mi humor era de perros, pues ni se planteó el decirme de irse, bueno, yo creo que más de una vez lo ha pensado pero me dice que esta muy bien en casa, y que somos una familia, lo que él siempre había querido.

Yo le quiero mucho, mucho, esta noche pasada no ha dormido en casa, es conductor de trailer, y ayer se fue a Girona, y paso la noche en un hotel, pues yo me he despertado de madrugada, y no podía conciliar el sueño por no encontrarlo a mi lado, mis piernas buscaban las suyas, mis brazos buscaban su cuerpo, que grande que parece una cama cuando te encuentras sola.

La familia de Miguel, ahora es mi familia, la iaia Asun, la Tita Isa, la prima Carla... mis hijos y yo hemos ganado una familia.

Después de mi separación, pensé... es imposible encontrar a un hombre que quiera compartir su vida con la mía y mis dos hijos...
Pero, llego Miguel, con esa sonrisa, con esa alegría andaluza, con esas ganas de hablar y contarme cosas, con esa coherencia e inteligencia, con sus mimos y caricias, y con esa predisposición para conocer a mis hijos.
Que suerte he tenido de conocer a este hombre que me acompaña en todo momento, y que se preocupa y quiere a mis hijos como si fueran suyos!!!
Te quiero mi vida!!!