Tina es una caniche blanca de 8 años, muy buena y cariñosa, fue un disgusto para la madre de Miguel y para toda la familia.
Al cabo de poco rato nos fuimos a dar vueltas con el coche por los alrededores por si podíamos verla, pero nada, no la encontramos.
Paso todo el domingo, y sin señales de Tina, yo tenia el presentimiento de que la perra se iba a encontrar, ya que ella conocía muy bien la zona por donde vivía, pero por lo visto la perra iba desorientada.
El lunes comentaron por el barrio que habían visto a una perrita blanca sola, pero que la gente la llamaba y no hacía caso.
Al final, el lunes por la tarde, la madre de Miguel, cansada de preguntar a casi todo el mundo que veía con perros paseando, y explicando que había perdido a su perrita, le comentan que había una señora que el domingo había cogido a una perrita perdida.
Que felicidad de encuentro, cuando la madre de Miguel entra en el piso de esa buena señora que había recogido a la perrita, y sale la Tina corriendo a los brazos de su dueña.
Dueña y perrita llorando de alegría.