miércoles, 1 de julio de 2009

Visita a la ginecóloga...

La semana pasada cogí anginas, y estuve muy mal, normalmente cojo constipado de nariz o pecho, pero esta vez de cuello, y me dejo para el arrastre, menos mal que mi queridísimo médico de cabecera me receto antibiótico, y en dos días ya estaba mejor.

Después de Sant Joan, me había cogido jueves y viernes de vacaciones, me salia mas barato que no llevar a los peques al casal, por lo que estuve toda la semana sin pisar la oficina, y lunes y martes pague la semanita por triplicado, todo mi trabajo sin hacer, me estaban esperando para que el lunes lo sacara todo, y he estado estos dos días como una loca sacando curro...

Cuando paso el accidente de mi hermano pequeño, mi cuerpo hizo un cambio hormonal que estuve con hemorragias vaginales durante muchas semanas, al final como no podía controlar tanta sangre, que parecía la matanza del cerdo, pues me decidí a ir a la Seguridad Social, y pedir hora a la ginecóloga y de urgencias, pues después de estar esperando mas de tres horas, y estando yo desesperada me atendió una doctora, que me atendió fatal, de muy malas maneras, yo estaba que en dos semanas había perdido muchos kilos, y encima con esas hemorragias que me hicieron estar baja de hierro, y por lo tanto muy floja de fuerzas.
Mis lágrimas ya estaban al borde y con la mala atención que tuvo conmigo esta doctora, pues me quedaron pocas ganas de volver a verla.
Me receto unas pastillas, y me controlaron las pérdidas, y también pastillas de hierro, que estas están asquerosas, pero bueno pase como pude, era mas la pena que mi mal estado.
Total, lo que vengo a explicar, es que este jueves pedí hora con la ginecóloga, con un volante de mi médico de cabecera, al llamar, a la telefonista le pregunte si podía ser otra doctora o otro doctor, pero había uno martes y jueves por la tarde y no me iba bien, me cogí hora este jueves de la semana pasada con la mala doctora, iba con los niños, pero se portaron bien la hora que estuvimos esperando para que nos atendiera.
Yo nunca me he quejado de la Seguridad Social, todo lo contrario, estoy muy contenta con el médico de cabecera que tengo, con la pediatra de mis niños, y con todo el ambulatorio, para mi no tengo ninguna queja.
Pienso que pagar una mutua, para mi no es necesario, con la S.S. me va bien.
Estaba en la consulta esperando a que me tocara, y ya estaba nerviosa y recordando el mal momento que pase la ultima vez que estuve allí, y de lo mal que me trato esa ginecóloga, de siempre he tenido médicos ginecólogos, y no se pensé que le tenia que dar otra oportunidad a esta doctora que me había tratado tan mal y que su manera déspota de tratar a una paciente pues que igual había sido yo y mis circunstancias de ese momento.
Pues, donde esta la sorpresa, que entro y me atiende de las mil maravillas, super simpática, en exceso, cosa que yo misma pensé, y esta mujer es la misma que me atendió tan mal, y toda la consulta pues super bien, yo muy extrañada, pero bueno, relajada al ver que todo iba bien, y que mis preguntas era contestadas sin cinismos ni de maneras estúpidas.
Al final de la consulta, me dice la ginecóloga: Te importaría firmar unos papeles??? es que he tenido un problema con una paciente que me ha denunciado...
Mi cara fue un poema, ahora comprendía porque había cambiado su postura estúpida por su manera simpática, ahora comprendía... me dio rabia, por que hasta que no hay una persona con el suficiente tiempo para denunciar el mal trato no cambian sus modos.
El mal trato que recibí yo hace un año, no era por ser yo que estaba mal, ni por que esta doctora tuviera un día malo, sino por que su bordería era ella en persona.
Y ahora como tenía problemas, pues necesitaba reunir firmas para demostrar que era una buena doctora tratando a sus pacientes.